domingo, 24 de febrero de 2019

Sed de limón

Ahora que me acuerdo de ti
los días en los que ni siquiera llueve,
me doy cuenta de que
nunca he sabido escribir un final.
Ni ponerlo.

Supongo que los hechos
y los días de mierda y cuchara
se encargan de hacerlo por mí.

Y lo veo.
Joder.
¡Claro que lo veo!
Al final no hubo más remedio, ¿eh?
A dónde creíamos que íbamos.
Siempre arrastrando los pies...

Una vez que rozas la locura
tienes que hacer lo más sensato.
Cerrar los ojos.
Dar media vuelta.
Volver por dónde has venido.
(no mirar atrás)

Y aunque nos gustaría,
ya no hay nada que hacer
ahora
que
me
acuerdo
de
ti...

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